Las Provincias 12 de octubre de 1996
EL OBSCENO DEPORTE DE "ESVARAR" EN ALCIRA
Por Ricardo García Moya
Estaba el otro dia tan absorto con la biografía de fray Agustín Pasqual -nacido en "Guadazuar, en el
coraçón del Reyno de Valencia"- que me olvidé hasta del programa cultural de la Abradelo. AI pacífico
fraìle no le tentaba Belcebú con aspecto de la citada presentadora, tenía suficiente "con la mortificación
que padeció toda su vida con los piojos; de continuo estaba avivado de ellos, rehusando el que nadie les
matase; y quitándole uno cierto religioso, le pidió se lo restituyese, y tomándolo se le volvió al cuerpo"
(Vìda de Fray Agustín Pasqual. Valencia 1699, p. 223).
Con los bichos a cuestas, Agustín recorría el Reino desde Orihuela a Morella una y otra vez; en Xàtiva
amonestaba a una monja que "desayunaba pan y granos de pimienta" (p. 240) y en la Guerra dels Segadors predicaba
en el mismo lugar donde se representaba un "comedión" (sic) para recreo de los tercios valencianos que
taponaban hordas sardaneras. Daba más miedo que el careto de Pedreño, pues subía al púlpito
exhibiendo un cráneo y "con voz de clarín. derretía el auditorio en sollozos, hasta desmayarse muchos"
(p. 249).
Predicando en las Agustinas de Alcira (con menguada clientela al ser carnestolendas) lanzó uno de sus gritos de
clarín y "empezó a reprender un divertimiento que hay en los campos de aquella Vi- Ila, la esvaradora; en castellano,
resbaladera, que es un pedazo de peña pendiente y lisa, por donde las mujeres quando salen a deporte,
resbalando se recrean" (p. 253).
La transgresión moral no viene al caso, pero el texto posee valor semántico al informar que las alcireñas, cuando
salían "a deporte" se recreaban resbalando por la "esvaradora"; por tanto, el vocablo "deporte", en esta
ocasión, equivalía a recreo y actividad al aire libre. EI biógrafo de fray Agustín traduce "esvaradora" como
"resbaladera", aunque no ofrece el equivalente a "deporte" en lengua valenciana. ¿Cuál sería éste?
Los afectados por la pedregosa inmersión de Pedreño, Lapiedra, Pedro y Pedraza contestarían que "esport",
pero las alcireñas del siglo XVII avisaban a sus maridos que se iban a "fer deport", y no se les puede
acusar de incultas, ya que la palabra fue habitual en clásicos como Ausiàs March y su étimo retrocede al
latín. En el Espill, un personaje cava el huerto por "deport", y mossén Bernat Fenollar escribía hacia el
1500 una "Obra feta sobre un deport de la Albufera".
El deporte aludido por Fenollar era la caza, ejercicio que la nobleza valenciana practicaba para
mantener el cuerpo ágil, resistente y con músculos preparados para la única ocupación digna de su status
social: la guerra. EI sustantivo, por tanto, tenía un significado similar al actual, aunque la actividad física
no estuviera reglamentada por federaciones ni, como es obvio; gozara de las numerosas variables que la
cultura del ocio y la angliparla genera sin cesar: rugby, hockey, tennis, baseball, boxing, tobogganing,
cricket...
La palabra "deport" - aparte de otras acepciones- la emplearon los valencianos para designar actividades
como deslizarse sobre una superficie;.jugar a pelota, competir con ballesta, pescar y cazar en la Albufera;
ejercicios físicos que cumplían las funciones del deporte actual, desde el simple recreo hasta el
mantenimiento del cuerpo en condiciones atléticas. EI "deport de esvarar" en Alcira provocaba incluso
peleas como en el fútbol: "en el dicho deporte riñeron dos hombres y una mujer quedó con una herida" (p.
254).
Ya en el siglo XX, la angliparla filtró en el castellano de zonas permeables (p.e., el Caribe) la aparición de
adjetivos como "esportivo", no admitidos por la RAE. En la península Ibérica, las len- guas románicas: gallego,
valenciano, portugués, casteIlano y judeo-español (Dictionnaire de Joseph Nehana), continuaron Ilamando
deport y deporte a las actividades recreativas físicas; pero en Cataluña, la política de alejamiento de las
lenguas ibéricas ideada por los del Avenç y el IEC, les hizo tomar como paradigma el "sport" inglés para
formar el neologismo "esport". En esta historia, las universidades valencianas del Bloc y Jarrai -activas y
agresivas contra la singularidad autó- noma- actuaron como siempre; sumisas y con el "Sí, señorito,

queremos más látigo y estamos para lo que vuecencia mande".
No todo está perdido. Todavía podemos comprobar in situ la pervivencia del vocablo "deport" en idioma
valenciano. Cualquiera de ustedes puede recorrer (como hacía fray Agustín, el amigo de los insectos, en
el siglo XVII) el Reino de Valencia, y da lo mismo que sea en Morella, Alboraya o Muchamel, pues todos
los valencianos que no han sufrido la inmersión catalanera y de Canal 9 (que ya es difícil) le hablarán del
"deport del fútbol, peixca y caça". Nuestros padres jamás utili- zaron el "esport" del Institut d'Estudis
Catalans y sus incondicionales: Canal 9 y las universidades pedregosas del Bloc y Jarrai.
Y humildemente: ¿Es mucho pedir que nuestras autoridades, cuando descansen de su heroica batalla en
defensa de la paella y el arròs en fesòls i naps, vayan sustituyendo poliesportiu por el valenciano
polideportiu?