Diario de Valencia 22 de juny de
2003
Jesús Puig, "papá Levante"
Ricardo García Moya
Merengue el bigote y la pelusilla de la azotea, este homínido encorbatado podría ser
un policía franquista de Almodóvar; o, también, el malo malísimo de telenovelón
vespertino; y, aplicándole Grecian 2.000, algún extra mejicano que interpretara a Beria,
progresista normalizador de la poli estalinista que acabó fusilado por sus fans. Pero Jesús
Puig es, simplemente, un verdulero insulten del diario Levante que, en ocasiones, habla de
su condición de padre (de ahí lo de "papá Levante"). Agresivo e hiriente, califica de
"tándem troglodita" a la profesora Lola García Broch y al abogado Sentandreu. En otro
frente, murmura contra el "Cercle de Lectors" por remitirle la revista en español, no en
el catalán de sus desvelos.
El tío, sin avergonzarse, cuenta la anécdota de una de sus catalanizadas hijas que
"truca a una pizzería" y, en jerga del IEC, escupe: "Bona vesprada, voldriem dues pizzes"
(DL. 10/06/03). Ante esta frase cabalística, después del susto, lo normal sería que uno
llamara al 091, al exorcista del barrio o al parapsicólogo argentino de la esquina. No
obstante, el paciente empleado rogó a la hija de papá que le hablara en español, para
poder entender la extraña frase (en valenciano moderno es "vesprà", con apócope; y lo de
"dues pizzes", al no existir el femenino "dues" en idioma valenciano, podría interpretarse
como "du (l)es pixes", o algo peor). Lo cierto es que el tío este, aparte de insultar al
oponente, pretende hacer creer al lector que los valencianos normales usamos verbos
como "trucar",-cuando eso sólo lo hacen los catalaneros y sus amaestrados hijos.
Mosatros, en idioma valencia, diguem cridar per teléfono; y els catalans, en català, digüen
"trucar per telèfon". La voz "truc" aparece en valenciano antes que en catalán,
concretamente en el diccionario de Jaume March (a.1371), pero asociada al juego. Con la
acepción de llamar -usado por los papas que leen Levante-, surge en el catalán del siglo
XIX; no en idioma valenciano.
Si papá Levante fuera un valenciano sin catalanizar, habría advertido a su hija que el
plural femenino "dues" es un arcaísmo de todos los romances peninsulares, incluido el
portugués. En valenciano desapareció hace medio milenio; pero, y aquí está el casus belli,
permaneció vivo en el catalán vulgar de escombraires y patataires. Hay un hecho
significativo que conviene divulgar para que los papas faltones (aixó de troglodites, de
veritat, está molt lleig) se enteren de una puta vez: cuando el catalán Bonllabi traduce al
idioma valenciano el Blanquerna, en 1521, todas las "dues" del manuscrito provenzal las
convierte en "dos". Hasta el manos largas Corominas dice -traducido al valenciano-, que:
"en el Reyne de Valencia, dos es lTMúnic amprat en femení y masculí, desde el Maestrat
dasta el Sur" (DECLLC). Lamentablemente, la hija de Jesús Puig ha aprendido a asustar
al pizzero con una voz muerta que haría reír a los humanistas Timoneda, Palmireno y

Bonllabi. Quizá papá Levante haga creer a sus hijitas que el plural femenino "dos" ha sido
un invento a golpes de hacha y estaca de los que él llama "trogloditas", pero ni Lola García
Broch ni Sentandreu son seres del Jurásico (como sugiere papa Levante), ni vivieron en
los siglos XIV y XV cuando los dignos valencianos ya usaban la voz prohibida por
Inmersiomán: "dos maneres" (Ferrer, St. Vicent: Quer; 1413; "dos tovalloles" (Inv. Ausias
March, 1459); "dos hores" (Roig: Espill, 1460). Con documentación del femenino
valenciano, aplicado a las horas, podríamos empapelar la dacha del papá y sus hijas: "dos
hores" (Alcanyís: Reg. preservatiu, 1490); "dos hores" (Const. Universitat de Valencia,
1611); "dos tuniques, dos camises" (A.M. Castelló: Inv. Sta. María de Castelló, 1668);
"dos portes" (Ros: Tratat ,1736), "les dos de la vesprá" (Escrig: Dicc. 1887) etc.
El papá Jesús Puig (¡cielos, qué obscenidad, un nombre propio idéntico en
valenciano, castellano y catalán!) debe usar un traductor al catalán. Es ridícula la
morfología verbal que usa: "ofereixen" por "oferixen", "procedeix" por "procedix", etc.; si
bien puede deberse al influjo de las academias de catalán Canal 9 y Punt 2. El tío del
bigot, como si fuera un noi d'Igualada, escribe: "Telefone a Hisenda per fer-hi una
consulta". Sólo los acomplejados valencianos pueden comprar este diario del Moll, que
nos, ofende con prosa colonialista. La frase, en idioma valenciano, sería: "Telefonege a
Hacienda pera ferli una consulta".
El ridículo "hisenda" ­como sabe, creo, incluso Ascensión Figueres-, no existe ni ha
existido jamás en idioma valenciano (puede que en algún retocado manuscrito en
provenzal de siglo XIII). La voz no procedía directamente del latín "facere", sino que fue
un préstamo del castellano a fines del XVI. En las tierras napolitanas españolas dio
"azienda" y, en valenciano, hacienda. La voz y sus derivados se arraigaron libremente en
nuestro idioma: "furtarli la hasienda y mercaderies" (A. M. Elig, Leg.H. 49, 5 febrer
1617); "tenia molta hasienda" (Porcar: Ms.Coses, 1617); "de qui será la hasienda" (Llib.
establiments de Peniscola, 1701); "hacienda feta d'estola, prest s'embola (Ros: Tratat,
1736); "la hacienda y la salut" (Tormo: La Gatomaquia, h.1770); "deixe la casa y
hacienda" (Escorigüela: Coloqui del que volien reclutar, 1787); "un llaurador hasendat"
(Conv.de Saro. 1820); "hacendat que no fa res" (Fages: Aforismes catalans traduits al
valencià, 1853); "en bones haciendes" (Gadea: Tipos d'espardenya, h.1890); "el ministre
d'Hacienda ha declarat que en tot lo mon están les subsistencies mes cares" (El Poble
Valencià, 31 març 1917); "pot dur estTMhasienda y l'atra" (Alberola: Terres secanes,1924).
Hacienda es un vocablo arraigado en la lengua valenciana, de igual modo que el
"enfadat y reenfadat" (Relacio de les festes per Sant Pere Pasqual, 1743). El verbo
"enfadar" se incorporó al valenciano en la misma época que hacienda, lo que pasa es que
procedía del portugués "fado", y el fascismo expansionista catalán acepta voces de
cualquier idioma, menos del odiado español. De todas formas, admito que papá Levante
me califique de troglodita del Jurásico si puede ofrecer una documentación valenciana de
"hisensa" similar a la que le hemos proporcionado de "hacienda". En tal caso, me
comprometo a invitar a una paella a él y a toda la redacción del Moll, a cambio de otra

condición: que papá Levante nos amenice la velada -acompañado de los palmeros Ferranet
Belda y el Muelas-, con esta rumba catalana: "Porompompaire, / soc barretinaire
trogloditaire, / mes, ai, ja no en soc; / me diuen cantaire, ai, / mes no canto gaire, / mes no
canto, no; / soc trogloditaire mamporreraire i llevantinaire, / porompompaire,
porompompó...". Ací, entre palmes del Ferranet y el Muelas (en crits de "¡dues,dues!", en
lloc d'olé), papá Levante escomença a ballar un taconejat com els del Titi (q.e.p.d.). En
quant al vestuari, tots de flamencs en barres roges y grogues.